Se enmarañan en mi melena
las hojas amarillentas
del árbol de la vida.
Se ondulan sus cabellos
como surcos de tierra arada
en espera de los brotes
que la hagan esperanza.
Las nubes que observan el mundo
desde su posición privilegiada
tiñen de blanco las hebras sueltas.
Se trenzan las emociones con los mechones
que se alargan hacia mi pecho
moviéndose al compás de los latidos
a veces agitados, en ocasiones lentos.
Si el alma pudiera hablar
soltaría la melena al viento
gritaría de la raíz a la punta
dejando que el aire mostrase
cada color, cada pensamiento
que guardan los hilos del cabello
que envuelven mi ser.
Si el alma pudiera decir
y expresar lo que pienso
se libraría de ataduras,
aquellas que me harán libre
de pesares y tristezas.
Mas todavía enredadas están
sus palabras en mi pelo
en espera de aprender su lengua
para poder dejar ir lo que siento.
Si el alma pudiera hablar
hablaría del mundo, de mí
y de nosotros...
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Precioso el escritoy la ilustración!!!!
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Gracias Ana por pasarte y comentar. Seguimos conectados. Un abrazo!!
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Una maravilla de poema. Deja que el alma exprese lo que tu corazón siente. Da gusto leerte, poeta.
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Mil gracias Tin… esto sí es un piropo 😉 Seguimos conectados. Un abrazo!!!!
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Y el alma habló a través de tus versos y de la mejor manera. Puro sentimiento en cada palabra. Bien por tu poema.
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Macalder muchas gracias por estar comentar y entender. Seguimos conectados. Un abrazo de corazón.
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Igual recibe el mío.
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Maravilloso poema!!!
Mi enhorabuena.
Saludos.
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Muchas gracias 🙂 !!! Seguimos conectados. Un abrazo!!
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