—¿Por qué me sucede esto a mí? —lamentó mientras caía de rodillas sobre el suelo, no le quedaban fuerzas ni motivos para continuar, pero entonces reflexionó, tal vez estuviera planteando mal la pregunta, tal vez la cuestión fuera ¿para qué me sucede esto a mí?
Se puso en pie con esa nueva interrogante y siguió su camino en busca de la respuesta.